Beneficios de la cerámica dentro de casa
Al ser un producto inerte, bajo ninguna circunstancia emite sustancias tóxicas ni humos dañinos en caso de incendio.
El confinamiento ha llevado a muchas personas a realizar cambios en su vivienda; en este sentido, se supo que el porcentaje de interesados en mejorar sus hogares supera la media comunitaria. Y es que, adaptar un hogar a esta nueva normalidad, con el objetivo de hacerlo más cómodo y funcional, tiene que ver también con que él mismo ha adquirido nuevas prestaciones, como oficina, escuela o gimnasio, ha llevado a repensar los espacios y la manera en que los utilizamos.
Bajo este tenor, la cerámica es un producto que se ha utilizado a lo largo de la historia de la humanidad por sus características higiénicas, lo que garantiza que estamos ante un producto saludable que permanece inalterable a pesar de la humedad o el calor, además de rechazar el polvo y los hongos, que lo hacen hipoalergénico e inodoro.
Por si fuera poco, la cerámica es, además, muy segura. Al ser un producto inerte, bajo ninguna circunstancia emite sustancias tóxicas ni humos dañinos en caso de incendio. Tampoco se deforma ni lámina. Es fácil de limpiar. Dada su resistencia y su salubridad, no necesita un mantenimiento especial, basta con los productos tradicionales de limpieza para repasar las superficies.
Entre otras cosas es ignífuga, no se quema. Es uno de los pocos materiales que resiste al fuego, incluso en contacto directo con las llamas, y tampoco se derrite ni se deforma con el calor. Respetuosa con el medio ambiente, las materias primas que conforman la cerámica son elementos básicos, como la tierra o arcilla, el agua y el fuego, por lo tanto, es 100% reciclable y reutilizable.
Su resistencia a los cambios de temperatura y a la humedad, así como su buena conductividad del calor, garantizan el confort térmico en el hogar. Acomodable a tu gusto. Hay infinidad de revestimientos cerámicos, con variedad de colores, texturas, decorados…Y los acabados te permiten personalizarlos. Resistente. No se deforma ni se ve afectada por cambios bruscos de temperatura, aunque se produzca una helada. También aguanta los químicos más agresivos.
Es bastante importante recordar que la cerámica no envejece, ya que es indeleble a cualquier agente. Incluso bajo las inclemencias del tiempo, permanece como nueva. Su durabilidad es cinco veces más alta que la de otros materiales, como el vinilo. Y así ahorras y contribuyes a reducir la huella de carbono.